De noche y de día lo único que a veces anhelo es ese abrazo de despedida que nos seguimos dando, ese abrazo que no dura más de 3 o 4 segundos a todo reventar, ese abrazo que tanto deseo cuando estoy triste, ese abrazo que quiero para mi cuando estoy feliz y deseo compartir contigo mi felicidad... ese abrazo que demora en llegar y que se va tan rapido cuando llega la despedida...
ese abrazo que antes me sobraba y hoy me falta... ese abrazo que no se compra con ningún oro del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario